Concierto homenaje al gran Dyango
4 de Agosto 2018
Este
año el coro Stella Maris de Priegue creció, dando un triple salto como el lema
olímpico: Citius, altius, fortius. Tres días de conciertos con: Café Quijano,
Dyango-Stella Maris y Loquillo. Triple apuesta para agradar a un amplio sector
de público. Excelente organización y montajes de un mega-escenario, donde un
elenco de músicos, intérpretes y coro se entregaron en cuerpo y alma,
entusiasmando a un variado público desde cero a noventa y tantas primaveras. Por cierto bien atendido por un eficiente servicio de fast food o sea,
chiringuitos pra que a xente non pase fame nin sede.
Sábado
día 04,08.- 22.-horas. Desde un árbol canta el cuco. Lentamente… el sol derrama
su copa de vino sobre la ría de Baiona, tiñendo el valle de luces y sombras. La
luna sale al relevo expectante.
Dan
la bienvenida a Dyango, coro y músicos con pianos, trompetas, saxo, gaita,
guitarra y percusión, con este repertorio:
La conquista del paraíso, La rosa,
Ameno era, O Fortuna, Viento del norte. Interpretando Dalila, Javier Mejuto con
su gran voz y estilo nos recordaba a Tom Jones. A continuación, el tenor Iker
Freire nos transportó a Italia, cantando con potencia y gusto ¡O Sole mio! Las
hojas de los árboles se estremecieron y los pajarillos se revolvieron inquietos
en sus plumosos nidos. El Grupo de baile de salón Bambalina desplegó su arte y
vistosos trajes por el escenario, al ritmo de Lágrimas negras. Loly dirigía con
maestría y Javier ponía talento, al teclado, cantando y enlazando contenidos.
La conquista del paraíso, La rosa,
Ameno era, O Fortuna, Viento del norte. Interpretando Dalila, Javier Mejuto con
su gran voz y estilo nos recordaba a Tom Jones. A continuación, el tenor Iker
Freire nos transportó a Italia, cantando con potencia y gusto ¡O Sole mio! Las
hojas de los árboles se estremecieron y los pajarillos se revolvieron inquietos
en sus plumosos nidos. El Grupo de baile de salón Bambalina desplegó su arte y
vistosos trajes por el escenario, al ritmo de Lágrimas negras. Loly dirigía con
maestría y Javier ponía talento, al teclado, cantando y enlazando contenidos.
Llegó
el momento esperado con la aparición de Dyango, que estuvo ocurrente y atento
con el público. Cantó acompañado del coro y músicos con su típica voz, fuerte y
aterciopelada a veces, como de seda rasgada otras: Si la vieras con mis ojos,
Querer y perder y Volverte a ver.
A
continuación, hizo su aparición el cantante de metal, Icko Viqueira que
sorprendió al público por su gran voz y su personal estilo, interpretando en
inglés: Carrie y de The final countdown.
Volvió
Dyango para cerrar el concierto cantando solo, algunas canciones más de su
extenso repertorio, acompañado por su pianista con piano de cola, que
nuevamente arrancaron de los asistentes cariñosas ovaciones, poniendo así punto
final a un exitoso concierto.
Jesús
L. Nigrán, 08,08.18
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